AUTORA: LUISA FERNANDA HERNÁNDEZ
NINTH GRADE
LIC. DAIRO SAMIR

Semej una joven que soñaba con algún día ir en contra de las tradiciones de su familia y ser
feliz con sus nuevas reglas. Su nombre hace referencia a una de las diosas más fuertes y
poderosas del antiguo Egipto. Sus padres eran unas personas tradicionales quienes opinaban
constantemente y no le dejaban tener sus gustos, se crio escuchando como debía comportarse,
vestirse y estudiar para encajar en la gran sociedad. Semej, soñaba cada vez más con
conocer el mundo con sus libros y escrituras que llenaran cada vacío de su corazón.
Vivía en uno de los mejores sitios en Londres con sus papás y sus dos perritas, un año antes acababa
de convertirse en toda una universitaria, no sabía lo que era el amor o la distracción del corazón,
nunca se había enamorado hasta que lo vio por primera vez.

Matías era un muchacho que admiraba la belleza de Semej desde hace unos años atrás,
pero nunca fue capaz de acercarse a ella, así fuera el galán de la escuela; había algo en ella
que a él le gustaba, lo hacía sonrojar solo con verla reír.
Jera, la mejor amiga de Semej ya lo había notado, pero en su interior tenía miedo que
lastimaran a la única persona que protegía como si fuera de su propia sangre, eran
inseparables hacían pijamadas todos los fines de semana colocando como excusa “no
hemos tenido tiempo para hablar” sabiendo que cada descanso o tiempo libre se hablaban
de sus locuras juntas. Jera, era una de las personas en las que más confiaba Semej y
decidió decirle la verdad frente a lo que estaba sintiendo con su corazón. Semej le confesó
que desde hace unos meses atrás Matías le llamaba la atención y no sabía qué hacer. Jera,
solo pudo sonreír aguantando el secreto, aunque moría por contarle que lo que ella
sospechaba era cierto. Hablaron todo el descanso sobre Matías, sin darse cuenta que él a lo
lejos la veía con una sonrisa muy suave. Semej decidió acercarse un día y hablarle sin
contarle a Jera. Semej se arrepentiría de haber tomado esa decisión toda su vida.
Empezaron a hablar todo el tiempo, salían a comer, escuchaban música o simplemente se
comunicaban por teléfono, durante unos meses. Matías empezó a querer a Semej, de una
manera tan fuerte como nunca lo había hecho con alguien y decidió confesarlo sin tener en
cuenta que Semej, había decidido decirle también todo lo que sentía y se citaron en un
parque cerca de una fuente.

Matías llego al lugar con una chocolatina y una carta, al parecer lo que ella nunca había
notado es que Matías escribía cada momento que estaba con ella y este escrito expresaba lo
que sintió cada día que vivió con ella.
“Hola Niña, No hay manera de expresar como te logré querer y más decirte como me
siento, soy muy cerrado, sé que lo notas pero contigo es diferente, puedo reír y ser
feliz sin que me dé pena, recuerdas ese día que fui a tu casa y estábamos en el sofá
esperando a que me vinieran a buscar y al final te quedaste dormida sobre mi pecho
te tome una foto, en ese momento me di cuenta que era imposible llegar a olvidarte y
sacarte de mi vida, solo quiero que me veas a los ojos luego de leer esto, te quiero Lola
Bunny”
Ella lo miró con lágrimas en sus ojos; comunicando lo que sentía con su mirada, el solo la
abrazó “todo estará bien desde ahora lo prometo” y esa promesa era lo único que ella
necesitaba para saber que lo quería. Ella le confirmó su amor y al darse cuenta que sentían
lo mismo, él le pidió que fueran novios y ella aceptó. Pasaron sietes meses, la familia de
ella la veía sonriente y su papá se llevaba bien con él, los padres de él no la conocían, pero
sabían que era la novia y eso para ella era suficiente. Luego de cumplir los sietes meses su
relación se convirtió en amor y odio; no sabían cómo estar juntos y empezaron a engañarse
y lastimarse, sus familias lo notaban y ya no aceptaban que estuvieran juntos. Duraron un
año y medio más con mil de excusas para seguir, pero ninguna la correcta para olvidar, ella
cansada de ver como él la trataba quiso vengarse sin darse cuenta que la más lastimada era
ella misma.
Las cosas terminaron de la peor forma; odiándose en secreto y sin tener ningún tipo de
comunicación. Ella cada noche veía sus fotos desde sus redes sociales sin que el supiera
que era ella.
Pasaron los años y ella había logró graduarse de la universidad sin saber nada de él, Jera su
mejor amiga la invitó a una fiesta como celebración por su graduación, al llegar al lugar se
percató de alguien conocido sin embargo, ella solo quería disfrutar el momento sin pensar
en nada más. Más tarde cuando fue a buscar algo de tomar, lo vio en la distancia solo y sin
ánimos como lo podía recordar, él la miró y se dio cuenta que era ella, cuando se iba
acercando ella se asustó de lo que podría pasar, ya que la última vez que hablaron, él le
dejó claro que odiaba la idea de algún día volver a estar con ella. Semej se fue a su
apartamento sin tener intenciones de seguir en esa fiesta sabiendo que él estaba ahí. Al día
siguiente Semej decidió ir al parque cerca de la fuente donde alguna vez abrió su corazón y
fue ahí donde alguien le tocó el hombro y… era él.

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